Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.

La vida en el canal de parto

... (continuación de "IGNOTISMO CRÓNICO")

Cuando era chiquita, la chiquita, era linda. Tan linda!.
Siempre quise rescatar a esa chiquita de su destino. Ella tenía todo por delante. Todo podía ser para ella, y esperaba todo del mundo. Pobre mi bebé. Por eso, su vida se terminó cuando cambió su destino. No puedo permitir que sea ella la que vivió después. No, ella sigue siendo la chiquita.
Ella sigue pudiéndolo todo.
Y sabe que siempre me va a tener a mí.
Yo se lo digo cuando la veo. Le digo que siga confiando en el mundo, que yo estoy ahí para ella, que no la voy a abandonar, no voy a dejar que sufra.

Ahora pienso que quizá por eso las mías son muchas vidas, para que esa primera pueda seguir una
línea distinta de la que NN siguió.
La chiquita sigue ahí, y aunque yo ahora tenga 40 años, ella puede retomar desde ahí. Qué bueno…!! sabía que era bueno escribir…!! siempre me clarifica… me gusta escribir y me gusta lo que logro, y esto me gustó.!!
Sé que la idea no es nueva. El niño interior y todo eso… pero mi vivencia de esa chiquita existe desde hace tiempo, y pese a haberle prometido siempre que la rescataría del dolor que le espera, no había advertido que tengo una línea de salvataje ahí.

Querido diario: ¿Te conté que estoy escribiendo un libro? Hoy surgió una idea que me emocionó.

No voy a seguir hablando de ella por ahora. Ella está bien y nos vamos a ayudar mutuamente.


Cuando conocí a la luz, todo cambió radicalmente en mi vida. Ese es un nacimiento que sí recuerdo.
Otro nacimiento sucedió el día que la luz me dijo: “acabo de pasarme tres horas chuponeándome con…”

No relato ese (aquél, no éste) nacimiento, porque es nuestro.
Pero que después del primero, el físico, el del vientre de mi madre, fue de los cambios más importantes en mi vida, no tengo dudas. Incluso más importante que este último nacimiento, que todavía me tiene medio ahogada y ciega en el canal de parto, y con riesgo de ser una stillborn infant.
Por Dios (sí, ese que se escribe con mayúscula) quiero nacer ¡!! Cómo sea quiero nacer. Creo que tiene que haber algo bueno del otro lado. ¿please?! ¿porfis!?

En la vida anterior no me puedo quedar aunque quiera. Esa indefectiblemente se terminó.
Creo que tuve también dos o tres vidas desde que ví la luz.
La primera fue llena de luz pero algo fantasiosa. Demasiados deseos no hechos realidad. Yo, ninguna de mis yo, es como quise y deseé fervientemente ser en esa época.
Pero la realidad –esa que no quise ni quiero ver- me informa que si uno no la admite, te cachetea el cuerpo entero hasta que no te quede otra que verla.
Y yo empecé a tocármelo.
Y sí.
Él era el único, pero estaba también yo conmigo. Mujeres con mujeres venían a mi mente y yo me tocaba.
Esa fue una época de una vida dentro de otra vida. Estaba la de la luz, en que éramos dos luces, y estaba la otra, en que yo era pura oscuridad -“oligofrénico pez de charco lodoso” escribí en su momento-, y me masturbaba.
Lo malo fue que esas vidas no se tocaron entre sí sino hasta el final –que fue el final de ambas-. Yo me tocaba, pero no permitía que esa vida tocara siquiera a la otra. Lo vivía y también actuaba mi luz. Las tinieblas se disipaban en su presencia, pero renacían justamente por su realidad, porque yo no era realmente luz, y lo que no quería ver me golpeaba en la concha.
Es así. Me guste o no, es así.
No se cómo es que me entendió, y no se fue de mi lado. Pero algo se rompió y si bien yo creí que estábamos juntos, el que empezó a autoflagelarse fue él. Se le carcomió el estómago poco a poco y yo tampoco quise verlo.

Hasta que se fue con otra. Y entonces el cajón de las realidades olvidadas se me cayó encima.
Y acá estoy.
Querido diario: me pregunto si lograré algo de mi vida.

Tengo que aclarar algo. Escribí arriba lo de las mujeres y quedó colgado ahí, en medio de una historia de amor roto: Me gustan los cuerpos de las mujeres. Siempre me gustaron.
Estoy viendo en este momento uno tomar un café, y no puedo creer lo lindo que es.
Nunca toqué uno en mi vida –mas que el mío, y eso fue poco feliz- pero deseo fervientemente tocar y ser tocada por mujeres. Quiero tener sexo con mujeres, hacerlas gozar y que me hagan gozar.

Lo que me pasa es que me da la idea de que no me gustan sus cabezas.
Yo soy mujer, y si pudiera cambiar mi estúpida cabeza femenina lo haría con gusto. Por eso no me sale fantasear con una relación intelectual con una mujer. Sólo física. Puede ser también afectiva sobre pautas básicas. Pero una relación completa, total, de comprensión profunda, me parece que no se puede.

Si no me entiendo a mí, cómo entender a otra? ¿y cómo otra me va a entender?
Sí ya sé que si no me entiendo a mí, si tengo un cerebro tan chotamente femenino el razonamiento siguiente es: ¿y a la luz cómo la entendés?
Es que justamente me dejó –dentro de otra pila de razones- porque se cansó de advertir que no lo entiendo del todo. Y busca otra que lo comprenda –de entre otra pila de cosas, también, claro, sí, sí, ya sé-.
Pero es que, si comprender es abarcar, creo que es casi un imposible comprenderlo. Abarcar la luz no es fácil.
Yo pienso –y le digo- que no lo va a lograr, que él es demasiado para un cerebro femenino que no sea hiper-sobre-standard, y no sé si el nuevo que tiene lo es. Pero quizá sea mejor que el mío, y eso ya es algo.

Un día, cuando yo usaba bastón por mi pierna rota, un taxista me preguntó qué deficiencia tenía.
Yo le contesté que salvo mental ninguna.
Y es así. Mi pobre cerebro de producción en serie (léase “Sábado” ' de Ian McEwan) es además un cerebro femenino.
Sorry chicas, pero estoy convencida de que los cerebros femeninos son menos capaces para el pensamiento abstracto, el análisis de macroestructuras, la proyección, etc.,etc.,etc. Y esas son cosas que yo aprecio. No las comprendo (no puedo ni enumerarlas...), pero las aprecio.

Quise estudiar antropología para entender algo de eso, pero no logré que alguien me dijera que existen diferencias entre los seres humanos –ni razas ni sexos- más que en su mera morfología. Claro, de la morfología del cerebro no quieren ni hablar… ¿cómo estudiarlas entonces, si se supone que o existen?
Síntesis: por ahora carrera abandonada. Esa sí que es una stillborn

Mi problema –dentro de una enormísima pila de problemas, ¡y vamos con las pilas todavía!!- en esa vida de luz –la primera que viví, y también la que le siguió-, es que, si bien volé un poco con la idea de la vida de a tres, si bien dije que sería genial juntarnos a otra mujer más, porque conmigo no alcanzaba para él…, si bien todo eso, cuando empezó el camino quedé totalmente descolocada.

Ahí se terminó mi bella vida.

Se fue…. Busca una nueva intimidad, y no conmigo.
There`s someone in “his” head but it`s not me…. lloro…
La vida sin la luz es una mierda.
Pero en realidad no. La vida es la vida. C´est la vie.
Duele que no desee mi compañía (no me huye tampoco, aclaro) porque yo quiero y quiero…

Y acá estoy. A punto de parirme de vuelta.
 Puede ser que esto dure varios años hasta estabilizarse en algún lugar. No sé cuál es la vida que me espera.
¿Sola o amontonada?
¿Y cómo será? cualquiera de las dos vidas ¿cómo será?.

Me pregunto también, ¿esta etapa en el canal de parto, será finalmente una vida en sí misma?. Puede que lo sea. Una especie de gestación que no es tal porque no es calentita y feliz como en el útero materno sino dura, oscura, dolorosa, angustiante, traumática, blablablaybla.

Y cuando finalmente salga, si es que salgo, ¿qué pasará?

La idea de no comunicarme nunca más con la luz me desespera. Es angustiante.
La idea de tener efectivamente que compartirlo no me cabe del todo tampoco. (ojo, notar el “del todo”…)
Si tenemos que compartir, ella lo va a ocupar todo.
Mamáaaaa decíle que me lo preste un poco ¡!! Ella lo tuvo todo el tiempo ¡!!! Maaaaaaaaaa ¡!!

Sí, así es como me siento algunas veces –las otras me siento peor-.

Vamos a estar las dos y ella lo va a tocar, lo va a besar, lo va a coger de cien maneras distintas, va a estar encima suyo siempre y yo lejos, respetando sus tiempos y sus deseos, esperando simplemente que cuando desee hablarme o estar conmigo lo haga…

Cómo lo voy a extrañar…. ¡!!
Siempre lo voy a extrañar. Sola o amontonada.


¿to be continued?  Only god (my god) knows.

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