Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.

Nos separamos

Partiste y no te seguí. Opté por no subir a tu barco. Me propusiste la gloria y la rechacé.
Preferí quedarme en tierra firme persiguiendo quimeras quizá imposibles.

Cuando empecé no me di cuenta lo que significaba para nuestro futuro lo que hacía. Pero ahora ya algo entiendo. Creo que entiendo. Y de todos modos quiero seguir.
Es así. No es mi tiempo aún de partir. No ahora. No se siquiera si algún día lo será.

Sí se que muchas veces voy a lamentar amargamente esta decisión.

Mi alma se parte en la contradicción. Soy yo quien te niega, y soy yo quien llora tu ausencia.

Toda la vida te voy a extrañar. Siempre te voy a necesitar. Siempre te voy a amar.
Todo eso siento hoy, y sin embargo opto por quedarme acá.
Te hiero de muerte con mi decisión. Sufro por lo que hago. Y de todos modos me quedo. Quiero quedarme. Por ahora al menos, quiero quedarme.

Ojalá algún día nos reencontremos. Cuando yo ya haya evolucionado, cuando seamos más iguales.
Ojalá podamos volver a contactarnos a nivel profundo, como en un principio, de ese modo que ya casi habíamos perdido bajo la alfombra de la rutina.

Te amo, y te abandono.
Vos no me abandonaste. Cumpliste tu palabra. Fui yo quien se fue, pese a haberte dicho lo contrario.

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