Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.
Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.
Siglos y siglos
No es que nada pasa, sino que pasa demasiado.
Estoy viviendo cambios que todavía no puedo definir, y me doy cuenta de que cuando escribo, cada vez que escribo, es porque tengo una emoción fuerte a expresar, o una idea clara.
Ahora mis emociones están todas tan amontonadas que no las puedo definir...
y me quedé sin habla.
Me siento un alma vieja y sabia, y a la vez una adolescente extraviada, hasta una niña quizás... todo a la vez.
Siglos pasaron desde la última vez que escribí algo, muchas vidas vividas, que sé que ya se van a decantar por una y aquí estaré, nuevamente.
Volveré y seré yo, siempre yo.
Algo cambió: amo ser yo, el que sea, adoro serlo, con todas mis locuras, mis miedos, mis idas y vueltas, mis carreras alucinadas en direcciones (quizá) equivocadas, mis sueños ridículos, mis caídas de bruces al piso, y mis levantadas....porque ahora me levanto y sigo, en la misma dirección o en otra; a veces más reflexiva (es posible ser más reflexiva de lo que soy?) pero sigo.
Y al final, algo escribí...
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