Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.

IGNOTISMO CRÓNICO

Doy por sentado que nací, aunque no lo recuerdo”. Me pareció tan buena la frase, que hizo que me levantara de la cama en medio de la noche a escribirla. Pensé en empezar así un libro. Pero no encontré realmente un modo de continuar que me resultara igualmente genial.

Al tiempo, seguí así: "Después mis padres me pusieron un Nombre y el estado un Número. NN paradójicamente."
No llega a la altura de la primera frase pero no está mal… asíque por ahora queda.

Lo que pasa es que me inhibe el recuerdo de cómo comienza THE WATHER METHOD MAN, de John Irvyng, que realmente me encantó. Yo quiero ser una buena escritora. Quiero ser leída y re-leída, como pasa con los grandes.

Sé que no lo soy, pero escribo igual. Bad milk ¡!

Y ahora sigo así:
Con esa particular identidad me dediqué a darle vueltas a la vida, o quizá la vida se dedicó a darme vueltas a mí.
Como sea, no fui muy lejos, aunque sí siento que viví muchas vidas y que ese primer nacimiento (ese en el que salí del vientre de mi madre) fue sólo el primero de muchos.

Creo que no recuerdo ninguno de mis nacimientos, no sólo el primero. (¿será una particularidad de los nacimientos el no ser recordados?)
Simplemente de repente me daba cuenta de que un yo distinto era el que vivía en ese momento. En realidad, para ser más precisa, hacia el tiempo de mi tercera o cuarta vida (tengo poco orden ahí por ahora) es que advertí que tuve otras. Me sale dirigirme a mí en tercera persona cuando una vida ya terminó. Y la primera es “la chiquita”, esa vivió hasta los 5 años más o menos…

Esa tercera o cuarta vida [llamémosla tercera, por diversas razones de preferencia] empezó cando conocí a la luz. (nótese el “a”)
{A mí me gustaría llamarlo dios, pero creo que generaría confusiones. Alguien podría creer que con la palabra dios me refiero a ese concepto de ser sobrehumano, y no. A ese dios sobrehumano –el que me tocó a mí en el sorteo de dioses era el católico- lo conocía desde antes. Todas mis vidas previas fueron con él. Además, en algún momento de mi relato tendría que escribir que después de muchas largas charlas con dios advertí que la idea de dios era una farsa. Como eso quedaría raro, reemplazo dios (el segundo, el mío) por la luz}

Y la luz me dijo: “el cerebro no está hecho para pensar, sino para actuar”.
¿lo qué?!
Me marcó tanto, que durante un tiempo esa iba a ser la opening line de mi libro. Pero requería un análisis cesudo para el que no me dio mi cerebro inoperante… pensé y pensé y no llegué a actuar, asíque abandoné.


Y un tiempo después apareció, sola, mi nueva primera línea.

Es difícil pensar en un modo atractivo de contar una vida no atractiva. Y pese a todo, no puedo evitar el impulso de escribir sobre mí.
No soy realmente una escritora. Es claro. Los escritores escriben sobre cosas, no su diario íntimo.
Sí, ok, ya sé, algunos cada tanto escriben en primera persona, y otros –o esos- también cada tanto escriben sobre sí mismos, pero un escritor, lo que se dice escritor, escribe mucho más que su diario íntimo.

Querido diario: Hoy me siento bien y tengo ganas de sentarme a escribir un libro que me haga famosa.
Querido diario: Hace tres años que no escribo.
Querido diario: Hoy mi novio me dijo que está con otra.
Querido diario: Tengo ganas de suicidarme.
Querido diario: Hoy me siento de vuelta un poco mejor y creo que mejor sigo viviendo.

No, los escritores hacen más que eso, y yo tengo que hacer al menos el intento de ser al mismo tiempo verídica y atractiva. JODIDO !! Mooooy jodido. !!!

Ya escribí otras veces –en mis blogs que nadie nunca leyó- que no soy tan dark como para que lo mío resulte gracioso a lo Woody Allen. No, lo mío da más bien para “común y corriente”.
Me quiero matar ¡!! (no no querido diario no te asustes, no es que de vuelta tengo ganas de suicidarme, es sólo mi forma de hablar) No puedo creer que soy normal…. y TAN normal ¡! La puta madre!!!

Por casi un mes intenté ir al psicólogo. Pero no me gustó nada. Los psicólogos pretenden que uno vea la realidad y yo prefiero vivir en la fantasía.
No! Nada de realidad para mí!. Al menos no la realidad que me informa que no soy el personaje único –bueno o malo, no importa- que será recordado por varias generaciones.
No no y nó! Yo soy única aunque sólo yo lo crea –tengo mis serias dudas igual, pero no lo admitiré jamás ante nadie-.

...

To be continued.

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