Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.
Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.
Espejo
No es mucho para alguien que quiere escribir la historia de su vida... Menos para una persona como yo que siempre fantaseó –vagamente, sí- con ser alguien especial, alguien único. Pero era una especialidad vacía de contenido especial. Quizá sea por eso que ahora, con una parte importante de mi libro con sus hojas ya inutilizadas –vacías pero “ireescribibles”- todavía no tengo contenido, todavía busco ser cualquier tipo de "alguien" que signifique ser "algo especial".
Ya no tengo edad para ser infantil, ya es un papelón, ya es una vida sin sentido...
Cuando era un infante, casi bebé, creo, yo creía en mí. Yo podía.
Pero ahora ya no puedo. Ahora ya no soy.
Algo cambió y me convertí en este ser que no hace sino aburrir a los demás, agobiar ….
Si nadie me mirara o me hablara, yo simplemente no existiría, no hay nada en mí que me indique que existo realmente. No hay nada que sea “yo”, nada que me defina…, porque este sufrir por la propia condición ya lo hizo hace tiempo Grouchho Marx. Y lo recicló/adaptó genialmente Woody Allen. Que yo lo repita, sobre todo de este modo tan vacuo en que lo hago, no es original, no es único, no posee identidad..
Me patina el cerebro…, y nada atractivo –ni siquiera bufonéscamente divertido-sale de mí. Nada nuevo. Nada claro. Nada que yo miraría.
Y NN sigue dando vueltas, soñando con encontrar un ser para ser sido.
Realmente es muy difícil esto de escribir sin identificar mi sexo de pertenencia formal.
El de mi preferencia todavía no se cuál es... A veces soy mujer, otras hombre, otras mujer pero lesbiana, otras hombre pero gay. Depende básicamente de mi estado anímico. En un porcentual importante –lamentablemente-, soy mujer (judía pobre normalmente, o señora de barrio paquete), es cuando me odio y eso pasa cuando soy mujer -hétero, claro- cuando tengo pensamiento positivo, fuerte y claro soy hombre -hétero si, claro- cuando tengo espíritu de venganza soy hombre y violo con fuerza a los débiles (con preferencia hombres, creo, pero pueden ser mujeres ¿me es indistinto?). Cuando quiero re-?vivir situaciones de sometimiento soy sodomizado hasta la muerte. Ahí reside mi mayor placer. Ahí está mi descontrol. Ahí es donde menos quiero ir, temo desear ir.
Y cuando quiero vivir horas de placer opiáceo soy lesbiana. Me encanta, me hace gozar, aunque no morir. Sólo muero siendo sodomizado, y puede que alguna vez muera violando o matando…
Sí, ese ser soy yo … en mis vidas paralelas que no son..
Esa es mi vida, un gran montón de nada, de divagar sin concretar, sin siquiera decidir algo a ser concretado o, en el peor de los casos, abandonado. Yo no abandono nada porque no decido nada. No traiciono porque no prometo. No rompo reglas porque no las suscribo.
Y todo eso por mi rechazo pseudofóbico al encasillamento, a ser una sola cosa y que eso impida, o dificulte, ser otras. ¿O mi indecisión me hace creer que rechazo...?
Sé que no es por eso de “el que mucho abarca…”, yo no abarqué…, me quedé parada ante mis indecisiones y sigo allí, parada, esperando.
Finalmente, indudablemente, moriré.
Y no habré sido.